PROMESAS VAN, PROMESAS VIENEN

A ya casi tres años y medio de gobierno de Mauricio Macri, se puede analizar dicha gestión y contrastar entre las promesas de campaña realizadas previamente a ser electo, con aquellas promesas que fueron cumplidas y con las que no lo fueron, luego de su asunción. Por lo tanto, los invito a realizar un recorrido por la reciente historia, y que hagamos un refresco de memoria de la misma.

Apenas comenzó la campaña presidencial allá por finales de junio y principio de julio del año 2015, Macri se presentaba en las encuestas como el candidato a presidente con mayor cantidad de votos dentro del abanico opositor; y frente a un posible balotaje la diferencia entre el candidato oficialista Daniel Scioli, y Mauricio Macri, era muy pequeña, en las cuales algunas de las encuesta daban como ganador a Scioli, y en otras se presentaba lo contrario.

Después de las elecciones generales llevadas a cabo el 25 de octubre de 2015, en la cual Scioli no logró sacar una amplia ventaja frente al segundo candidato más votado, que lo fue Mauricio Macri, permitió que haya segunda vuelta el 22 de noviembre. Allí Mauricio Macri ganó las elecciones presidenciales con el 51,34% de los votos, frente al 48,66% de los votos sacados por el oficialismo en ese momento. Por lo tanto, Mauricio Macri se consagraba como el nuevo presidente de los argentinos, luego de 12 años de Kirchnerismo, como algo distinto y prometedor; así prometiendo “el oro y el moro”. Los principales ejes de campaña donde apunto el Frente Cambiemos, no sólo fueron inseguridad y economía, sino que también se le puso énfasis a la corrupción y narcotráfico. Esos fueron los temas en donde más apunto el macrismo, y donde mayores dicotomías existían entre Cambiemos y el Frente para la Victoria (FPV-PJ). No sólo existían diferencias ideológicas y la confrontación de dos modelos económicos de país, sino que también se dio un intenso debate entre la “Argentina del pasado” y la “Argentina del futuro”, haciendo también hincapié en inseguridad y corrupción.

Las principales “promesas económicas de campaña” que llevaron a Macri a la casa rosada fueron ponerle fin al cepo cambiario y un tipo de cambio flexible, pobreza cero, bajar la inflación a un dígito, la quita de impuestos a las ganancias a trabajadores, el lanzamiento del Plan Belgrano en el norte del país, que los argentinos iban a mantener sus puestos de trabajo, y la conservación de los derechos adquiridos.

A los 6 días de asumir la presidencia, Macri, anunció la liberación del cepo cambiario generando así, que en el mismo día, el dólar opere a $13,45, generando una suba significativa en la divisa norteamericana del 46%, en contraste a los $9,23, que era el precio del dólar a la salida de la ex presidenta Cristina Fernández.

El gobierno le pone fin al cepo con el objetivo de dejar de presionar el mercado cambiario y que se opere con “mayor libertad”, para poder tener un tipo de cambio más real, flexible y competitivo, presentando así a esta “medida económica” como una de las primeras medidas, pertenecientes a un modelo económico que alentaría la fomentación de inversiones, o catalogada por el propio gobierno, como la famosa “lluvia de inversiones”, que además, estas inversiones serían utilizadas para la ampliación de infraestructura, como el caso del Plan Belgrano, que en un principio requería de 16 mil millones de dólares para el avance de las obras en el norte argentino, y que al día de la fecha, este proyecto se encuentra en demora, debido a que aún restan unos 300 millones de dólares para ponerle fin al Plan Belgrano, y cumplir con lo fijado por el gobierno al principio de su gestión.

Con respecto a la pobreza, en el primer año de gestión, los índices subieron, para luego en el segundo año bajar, mientras que en su tercer año de gobierno, la pobreza comenzó a subir nuevamente. Por lo tanto, los últimos datos oficiales dados por el INDEC, fue del 32% el índice de pobreza para finales del año 2018 en la Argentina, mientras que informes de la Universidad Católica Argentina dieron un índice del 33,6%, es decir, que hasta finales del año pasado, 14 millones de argentinos son pobres. Frente a esta cantidad de pobres en la Argentina, cada vez nos alejamos más de la promesa “pobreza cero”. El gobierno de Macri no sólo que no cumplió, sino que además, aumentó el número de pobres.

La inflación en 2018 aumentó nuevamente, siendo del 47,6% según datos oficiales publicados por el INDEC, y superó a la que había recibido el actual gobierno a fines del 2015. Mientras que la inflación en junio fue del 2,6%, y bajo con respecto a los meses anteriores. A pesar de que haya bajado, la inflación acumulada hasta el mes de junio es del 21,3%, mientras que el gobierno proyectaba una inflación del 28% para este año. Por lo tanto, algunas consultoras creen que la inflación para este año rondará entre los 33 y 34 puntos. Según un informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano señaló que es la inflación acumulada durante el gobierno de Macri, asciende a un 200,2%.

Ante este contexto inflacionario, deja expuesto a otro fracaso del Gobierno Nacional, al no poder cumplir con otra promesa de campaña, que era la de bajar la inflación a un dígito, y recordando aquella frase célebre que dijo Mauricio Macri antes de ser presidente, “la inflación es la demostración de tu incapacidad para gobernar”. Podemos estar de acuerdo, o no, con su afirmación, pero sí hacemos referencia a lo que él mismo dijo, entonces, estaría en lo cierto, y podríamos decir además, que se estaría contradiciendo aquel Macri del pasado con el del presente, salvo que se haga así mismo, una autocrítica.

Por último, otras de las promesas incumplidas de Cambiemos, dicho por el presidente, que “los trabajadores no van a pagar impuestos a las ganancias”. En el año 2018, el Mínimo No Imponible (MNI) para el soltero sin hijos era de $29.855,68; soltero con 1 hijo, $32.275,77; casado sin hijos, $34.654,54 y casado con dos hijos, $39.494,71. Si la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) creciera 28%, para este año, el MNI para el soltero sin hijos a $38.215,27; soltero con 1 hijo, $41.312,98; casado sin hijos, $44.357,82 y casado con dos hijos, $50.553,23.

Mauricio Macri también les aseguró a los trabajadores argentinos que “hay que crear trabajo, cuidando los que tenemos”. El INDEC informó que en el último trimestre de 2018 el desempleo alcanzó el 9,1%, mientras que un año antes la cifra era de un 7,2%. Esto significó que hubo cerca de 400 mil personas más sin empleo en el período de marzo de 2018 a marzo de este año, y se trató del porcentaje de desocupados más alto desde 2005 en la comparación cuatrimestral.

Un dato de color frente a este panorama, una de las promesas cumplidas de Mauricio Macri fue “quiero trabajar para que (…) la asignación no sólo continúe, sino que se extienda a todos, incluyendo a los hijos de monotributistas”, el Gobierno extendió el beneficio de las asignaciones familiares a los hijos de los monotributistas en sus primeros seis meses de gestión. La medida permitió incluir a más de 350 mil beneficiarios.

Ante esta coyuntura económica actual, el Gobierno ya no puede apoyarse en la “pesada herencia” y tiene que reconocer sus políticas económicas y sociales. Todas y cada una de estas promesas cumplidas e incumplidas es lo que nos dejan los tres años y medio de gestión de Mauricio Macri, convirtiéndose esto en una herramienta fundamental para la oposición, para posicionarse frente a las elecciones de Agosto, y éste además, es el único instrumento que tiene y que le queda al gobierno para defender su gestión. Esto es para mí, sólo el principio de un Gobierno que fracasó con su plan económico, pero que promete mejorar, y que le pide un mayor esfuerzo de todos los argentinos, para un segundo mandato de parte de Mauricio Macri.

Columnista e Economista: Enzo Butassi

Fecha de Emisión: 10/07/2019